Soy una mujer de 53 años con migrañas oftálmicas puntuales desde hace años y trastorno ansio-depresivo (a causa de ser víctima de malos tratos). En mayo del 2022 me contagie del COVID , durante 16 días di positivo con fuertes migrañas ,fatiga al hablar o simplemente andar (notaba que me faltaba el aire), taquicardias, incapaz de retener o entender conversaciones y perdida de peso. A día de hoy el trastorno ansio-depresivo, del que había ido mejorando se ha ido convirtiendo en depresión mayor, migrañas permanentes con parestesia en el ojo derecho, taquicardias puntuales aunque no haga ni gun esfuerzo . Me han puesto un tratamiento preventivo para las migrañas pero no me hace efecto, pueden durarme hasta 4 días o incluso semanas enteras con fotofobia y molestia muy grande (hasta producirme irritabilidad) a los sonidos. Me preocupa que desde que me contagié mi estado psíquico se ha visto afectado , siempre pensamos que las secuelas de una enfermedad son físicas y yo no estoy de acuerdo , en mi caso el COVID me ha dejado secuelas fisicas y psíquicas permanentes.
No han querido considerar estos síntomas como secuelas del COVID o COVID persistente lo que me ha llevado actualmente a una situación complicada. Después de los 18 meses de baja que la Seguridad Social me ha concedido han considerado que no existen motivos para una incapacidad permanente (iniciada de oficio , por el INSS) por lo que me encuentro sin mi antiguo puesto de trabajo en un estado de depresión, cansancio físico ,malestar continuo por la parestesia y las migrañas… sin ganas de seguir adelante y totalmente desamparada por las administraciones públicas a las que parece ser que para ellos el COVID ya pasó sin tener en cuenta las secuelas que ha podido dejar en miles y miles de personas.
UN MILLÓN DE GRACIAS POR ESTA OPORTUNIDAD PARA HABLAR DE MI CASO