Alrededor de un 10 % de las personas que han pasado la fase aguda de la COVID-19 pueden padecer síntomas persistentes después de las 12 semanas tras la infección, que se mantienen durante al menos 2 meses y no se explican por ninguna otra patología. Este síndrome es lo que se conoce como COVID persistente.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la COVID persistente?
El síntoma más frecuente es la fatiga, pero también hay otros síntomas habituales como la dificultad para respirar, falta de memoria o dificultad para concentrarse, dificultad para dormir, la tos persistente, el dolor en el pecho, el dolor de cabeza, el dolor muscular y articular, o fiebre. Los y las pacientes también pueden experimentar pérdida del gusto y el olfato, erupciones en la piel, pérdida de cabello, taquicardia, sudores nocturnos, alteraciones en la temperatura corporal, estreñimiento o diarrea, entre otros muchos síntomas. Se han reportado más de 200 síntomas diferentes que pueden tener un impacto en la vida diaria de los afectados.
Los síntomas pueden persistir desde la enfermedad inicial o comenzar después de la recuperación, y también pueden cambiar con el tiempo
¿Qué debo hacer si tuve COVID-19 y tengo síntomas como los que describen como COVID persistente?