Alrededor de un 10 % de las personas que han pasado la fase aguda de la COVID-19 pueden padecer síntomas persistentes después de las 12 semanas tras la infección, que se mantienen durante al menos 2 meses y no se explican por ninguna otra patología. Este síndrome es lo que se conoce como COVID persistente. 

 

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la COVID persistente? 

El síntoma más frecuente es la fatiga, pero también hay otros síntomas habituales como la dificultad para respirar, falta de memoria o dificultad para concentrarse, dificultad para dormir, la tos persistente, el dolor en el pecho, el dolor de cabeza, el dolor muscular y articular, o fiebre. Los y las pacientes también pueden experimentar pérdida del gusto y el olfato, erupciones en la piel, pérdida de cabello, taquicardia, sudores nocturnos, alteraciones en la temperatura corporal, estreñimiento o diarrea, entre otros muchos síntomasSe han reportado más de 200 síntomas diferentes que pueden tener un impacto en la vida diaria de los afectados.  

Los síntomas pueden persistir desde la enfermedad inicial o comenzar después de la recuperación, y también pueden cambiar con el tiempo.

 

¿Qué debo hacer si tuve COVID-19 y tengo síntomas como los que describen como COVID persistente? 

Si tres meses después de la infección aguda por el SARS-CoV-2 todavía presentas síntomas, es necesario que acudas a tu médico/a para que valore si se trata de COVID persistente, especialmente si esta sintomatología interfiere en tus actividades diarias.

¿Cuánto tiempo dura la COVID persistente?

Actualmente es imposible predecir cuánto puede durar la persistencia de síntomas para cualquier persona. Hasta el momento sabemos que hay personas que se recuperan al cabo de unas semanas, otras necesitan meses y otras siguen teniendo síntomas durante más tiempo, de manera constante o intermitente.

 

¿Es necesario que lleve un registro de mis síntomas?

La COVID persistente es una enfermedad nueva todavía muy desconocida, por eso el registro de la evolución de los diferentes síntomas es importante para conseguir conocerla mejor. Apuntar cuándo y qué síntomas aparecen podría ayudar a hacer un buen seguimiento y permite adaptar mejor el tratamiento.

 

¿Quién tiene más riesgo de padecer COVID persistente?

Se necesita más evidencia científica para conocer cuáles son los factores de riesgo de la COVID persistente. Sin embargo, distintas investigaciones apuntan a que es más frecuente en mujeres de entre 40 y 50 años y en pacientes que han tenido una infección aguda por SARS-CoV-2 no grave.

 

¿Hay un tratamiento para la COVID persistente?

Actualmente, no existen tratamientos completamente efectivos contra la COVID persistente, si no que las terapias utilizadas se basan en el control de los síntomas a través de diferentes técnicas como la fisioterapia, rehabilitación cognitiva, los ejercicios de respiración y el uso de ciertos fármacos. El tratamiento es multidisciplinar, es decir, en función de los síntomas que presenta cada paciente, se requerirá la atención de uno u otro especialista.

 

¿Qué puedo hacer en el día a día para sobrellevar mejor los síntomas?

Para tolerar mejor los síntomas es fundamental seguir un estilo de vida sano. Intenta no abandonar el ejercicio, aunque debe ser moderado, y mantén una dieta sana y equilibrada, con muchos alimentos frescos para asegurarse un buen aporte de vitaminas y minerales.

 

¿Si tengo COVID persistente, puedo contagiar a otras personas?

No, la COVID persistente no se puede contagiar a otras personas.

 

¿Vacunarse puede prevenir la COVID persistente?

Todavía se está investigando cuál es el efecto real de las vacunas contra la COVID-19 en personas con COVID persistente. La capacidad de una vacuna para prevenir la COVID persistente depende de su capacidad para prevenir la COVID-19 en primer lugar. Actualmente no se conoce cuál será la respuesta de los y las pacientes con esta afección a la vacunación. Lo que sí sabemos es que el riesgo de reinfección es real y, por este motivo, las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación.

 

¿La COVID persistente puede afectar a niños o niñas y a adolescentes?

La COVID persistente en población en edad pediátrica es un hecho. Recientemente, la OMS ha publicado un informe en el que se considera el impacto de esta afección en niños y niñas y adolescentes. Los resultados de este informe se pueden encontrar aquí.

Los niños y niñas con COVID persistente tienen más probabilidades de tener fatiga, alteración del olfato y ansiedad que los niños sanos.

 

¿Cómo puedo saber si mi hijo o hija tiene COVID persistente?

Si los síntomas persisten más allá de los tres meses tras la infección aguda por COVID-19 y afectan a las actividades diarias de su hijo/hija, es recomendable consultar a su médico y, si es adecuado, derivarlo/la a una unidad funcional especializada.

 

¿Qué puedo hacer para protegerme contra la COVID persistente?

La manera más efectiva de protegerte contra la COVID persistente es evitar contagiarte de COVID-19. Esto supone que se tomen medidas sociales y de salud pública que reducen las posibilidades de contagio.

Para protegerte de la COVID-19, la OMS recomienda:

  • Lavarse las manos regularmente
  • Mantener la distancia frente a otras personas
  • Utilizar la mascarilla cuando te encuentres en un espacio lleno de gente, cerrado o mal ventilado
  • Vacunarte y mantenerse al día con las dosis de refuerzo
  • Taparse con el codo al toser o estornudar