La pesadilla empezó en marzo del 2020, con dolores de cabeza todos los días, un cansancio inexplicable, niebla mental , insomnio y congestión nasal. En octubre los síntomas empeoraron tanto hasta que estuve tres meses en cama con todas las analíticas perfectas y las pruebas que me hicieron también. A día de hoy estoy en una noria, unos días mejor, otros días peor, muchos de los síntomas perduran: el cansancio, la fatiga, problemas en la visión, las taquicardias, los mareos, dolores musculares, el imsomnio y la congestión nasal que va a más o menos, pero no desaparece. Con 50 años tomó 8- 10 pastillas al día para parchear los síntomas. Al 2024 le pido un tratamiento eficaz para el COVID persistente.