Tengo 54 años y en diciembre de 2020 cogí COVID-19 a pesar de los cuidados, ya que teniendo otros problemas de salud no podía arriesgarme. Pero pasó y en menos de dos días estaba ingresada. Una vez que probaron todo tipo de medicaciones, la neumonía bilateral avanzó y empezaron a fallar los órganos y termine entubada en UCI. El pronóstico era muy negativo, me cuenta la familia, pero recibí el regalo de la vida. Lamentablemente no he vuelto a ser la misma, me quedaron secuelas respiratorias y empeoro día a día, tengo todos los síntomas que existen, no soy persona, dependo de cuidados para todo, no camino, no salgo de casa, el mínimo esfuerzo de deja sin aire ni fuerzas. Me sentí abandonada por una parte, porque al principio me llamaban y me decían todo lo que tendría que hacer para mejorar. Si no fuera por mi médico de cabecera que sigue pendiente de mi derivándome a los especialistas, no se donde estaría. Con COVID prologado diagnosticado me dijeron es lo que hay. Todavía no sabemos qué hacer, venga el año que viene. Siempre busco avances, no me rindo, tal vez no esté aceptando que está será mi realidad, que empeora día a día. Tengo la sensación que me estoy apagando poco a poco. Espero que podáis ayudar a los supervivientes de esta pandemia para que tengan una vida digna. Gracias por aceptar mi historia
He escrito mi historia «Evidencias» compartiendo lo que he aprendido de todo lo vivido