Vivo en Andalucía, sufro long COVID desde diciembre del año 2020. Sigo a día de hoy con una fatiga extrema que me incapacita
dolor del cuerpo, taquicardias, falta de aire y problemas neurológicos graves, con 52 años, aunque una neuróloga no me trató y me dio el alta y ahora espero hace meses la cita de otra… niebla mental, falta de memoria, falta de concentración, dolores de cabeza, intolerancia a ruidos y luz, pitidos…
Mi reivindicación es que el gobierno por fin nos reconozca y nos registre.
Gracias por el buen trabajo que hacen. Han sido estos años los y las investigadores quienes me han escuchado y han estado acompañándome.